Las inyecciones de suelo o roca son tratamientos que permiten mejorar la consolidación e impermeabilización del terreno, lo que permite estabilizar el suelo donde se aplica. Estas inyecciones generalmente son ejecutadas con lechadas de cemento-bentonita, y también podrían incluir aditivos, como el plastificante o acelerantes de fraguado.
Este tipo de solución es aplicable a suelos con poca consolidación y/o impermeabilización, o donde se presente una roca muy fracturada, e incluso, para rellenar cavidades en el revestimiento de túneles en donde quedan espacios vacíos en él.
Las aplicaciones más comunes de las inyecciones son: